Mira:
y extendiste los brazos
para enseñarme tus muñecas
desnudas
herrumbrosas
con un parche sanguinolento y la cinta
un tanto floja
y apretando
apenas el dia anterior
habíamos desayunado en el CAfé Madrid
o en el Sanborns
y pensé entonces en la historia
en el comienzo y en la degradación
que fue el paso del tiempo
de la duda a la felicidad dolorosa
y entonces el reclamo
guardar silencio
porque en el silencio
se piensa que se aclaran las ideas
el silencio sólo nos confunde más
es el blanco de la ausencia
la ausencia
marcada en tus muñecas
esperanza perdida
veces después —en el futuro—
peleamos cuerpo a cuerpo
batalla diaria
del lado de la muerte hacia la vida
recuerdo entonces una mañana
rumbo al bosque
con el calor del verano
o acaso primavera ardiente
detenerse a recuperar el aliento
verte salir a la sala de espera
con el brillo de los santos
en tu cuerpo
y extendiste los brazos
para enseñarme tus muñecas
desnudas
herrumbrosas
con un parche sanguinolento y la cinta
un tanto floja
y apretando
apenas el dia anterior
habíamos desayunado en el CAfé Madrid
o en el Sanborns
y pensé entonces en la historia
en el comienzo y en la degradación
que fue el paso del tiempo
de la duda a la felicidad dolorosa
y entonces el reclamo
guardar silencio
porque en el silencio
se piensa que se aclaran las ideas
el silencio sólo nos confunde más
es el blanco de la ausencia
la ausencia
marcada en tus muñecas
esperanza perdida
veces después —en el futuro—
peleamos cuerpo a cuerpo
batalla diaria
del lado de la muerte hacia la vida
recuerdo entonces una mañana
rumbo al bosque
con el calor del verano
o acaso primavera ardiente
detenerse a recuperar el aliento
verte salir a la sala de espera
con el brillo de los santos
en tu cuerpo
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