octubre 07, 2004

Compaginando...

Hace un año, más o menos, la carretera se extendía frente a nosotros, frente a la noche. Ahora mientras escribo ella viaja. Va llena de dudas y temores. Nerviosa. Apretándose las manos o las piernas. Escuchando música. Su múscia. Su canción. Mirando el paisaje. Y en cada caseta que pasa ha dejado un mensaje. Va a la gran ciudad a enfrentar sus fantasmas. Su certeza es la incerteza. Es eso lo que le va abriendo caminos. Para mi aquel viaje termino en desastre. En un retorno antes de tiempo, como desesperado con destino a casa. Cosas del olvido. Que uno quisera no archivar en la memoria pero permanecen.

Caer en un bache. Quizá esa es la manera de describir mi vida en estos momentos. Etapas en las que por más que uno se esfuerce es un problema trás otro. Pero ya viene el otoño. Ya paran las lluvias. Y como dicen... para lunas las de octubre...

Y hablando de noches otoñales, hace unos minutos por primera vez desde que vivo en este departamento, mal llamado La torre, salí a sentarme en la pura entrada mientras el fresco del otoño refrescaba mi acalorado rostro. Los enormes árboles de enfrente agitaban sus ramas de manera deliciosa. En el cielo nocturno enormes nubes (de pesada apariencia) se movían con contradiuctoria rapidez. y yo pensando: ¿por qué demonios no había venido a sentarme aqui en tanto tiempo.

Dije que no a la gran ciudad. Yo quería ir para enfrentar a mis fantasmas. Pero mis ellos pernoctan en mi casa. Son mi sombra. Y el libro de José Sánchez, poeta cubano espera en el restirador gritándo por ser compaginado. No hay mucho tiempo. Le he pedido a mis amigas ayuda. Algunas han dicho que si. Otras que no. Es cansado pero al mismo tiempo redescubro el encanto que me da seguir el proceso completo de la impresión de un libro.

Caballos sobre el césped, de José Sanchez
Las imágenes son del buen amigo y pintor Carlos Maldonado

A pesar de todo y de todos aquellos que se empeñan en que no, hay Paraíso Perdido todavía para rato...

Mucho qué decir y poco tiempo...

El Comandante Jiménez amenaza con demandarme o mínimo ponerme una madriza si no termino su historia. Veremos que se puede hacer al respecto... ¿huir?

Para los que no conozcan la historia de este blog, pueden visitar los viejos archivos en Los Detectives Salvajes