septiembre 28, 2004

Donnie Darko... He is a writer...

Z.
Pero ¿cómo adivino con qué debo quedarme y con qué no?

Y.
En casa de chi
Mataron a ri
Vino mo
Y dijo ya

X.
Sois todos unos cursis. Sois todos pecadores. Nada en el fondo si se observa bien tiene sentido. El arte por el arte. Tonterías. Amor. Me río de las buenas intenciones. Ha ladrado el perro. Y como dice el poeta ya fallecido: “Canta para matar a la madre / de un infarto al corazón /Esto se lo aconsejan los brujos blancos / Canta casi por media hora y la madre no muere […] Se asoma a la puerta de su casa y ve pasar veloz / al teniente de policía: / tiene cara de perro negro con ojos de fuego / Le parece que huele a semen quemado / El teniente le grita: “Soy el diablo” / Lleno de pánico cierra la puerta / ¿Y si el diablo volviera? ¿Qué haría? [Raúl Gómez Jattin]

W.
Carta de Ítaca


Partí de Ítaca con doce naves de roja proa:
nunca al zarpar tenía certeza del camino
Micenas, Esparta, Troya,
Moscú, París, Londres...
—Que los hados sean propicios
y un águila se posa en el mástil de mi barco

*

Quinto año de la guerra:
una tarde el hombre de la cólera
el matador de hombres
vino a mí
porque soy el mentiroso
de la estirpe que engrandece lo que mira,
y conocí el triste destino de los héroes;
supe también del minotauro, del que caería tentado por el vuelo,
del zumbido de una flecha invisible
que habría de llevar a la derrota al gran guerrero.
Así conocí su secreto
la inmortalidad vendida a las manos más cobardes.
Vino a mí, a mi palacio,
a escuchar las historias que escapan de mi boca
de la mano de Briseida
reposó junto a mi hijo Telémaco
y compartió la mesa con Penélope mi esposa
No hay más tierra por conquistar
harto estoy de mandar guerreros rumbo al orco
que el Dios del inframundo lo agradezca.
Nos embriagamos ese día
y tuve que llevarlo en brazos a su lecho,
a ese hombre victorioso y cansado
aburrido de los cantos de un ciego empeñado
en hacerlo una leyenda.
Y en la arena de esa playa
en el quinto año de la guerra
frente a las murallas de Troya
escuché la voz.

¿Padre, estamos muy lejos de Ítaca?

Partí de Ítaca un día ya olvidado
miraba hacia la mar y no quise volver la espalda
los lazos que nos unen a la tierra son fuertes y pesados.
Amanecí a mitad de las negras aguas y fui parte de los vientos
platiqué con dioses que no existen más
recibí regalos de reinos derrotados
y hechizado fui por ruinas convertidas hace tanto en polvo
Besé la tierra de Alejandría, y llegué a la conquistada Tebas.
Ninguna esfinge fue capaz de detenerme.
Vi las pirámides de piedra y mi sangre
se alimentó de la riqueza secreta de esos pueblos
Vi el muro, apenas su recuerdo,
de una ciudad divina. Y escupí candentes balas
que terminaban horadando los cuerpos a mi lado.
Viajé también en el transiberiano
y conocí a un joven que se decía poeta
escribía en un cuaderno deshojado
y a su lado viajaba una chica desnuda y purulenta.
Después vi su estatua en Notre dame
y supe que era santa y se llamaba Juana.
Y ante esa Catedral no pude menos que guardar silencio
pernsar en Ítaca
donde no hay siquiera las ruinas de un palacio
mi palacio.
La ciudad tenía una torre alta y fabulosa
un patíbulo tan grande como cualquier revolución
Vi soldados marchando por amplias avenidas
Y después a cientos de jóvenes sin armas
Dios, decían, destruye su propio paraíso
está cansado de su obra, «y vio que era bueno...»
Es un falso Dios pero los ángeles enviados no saben de la historia
y ahí frente a esa torre,
los vi romper su credo, sus tablas de la ley
y lanzarse contra aquellos seres armados de trompetas
fulminantes

¿Padre, estamos muy lejos de Ítaca?

La distancia en verdad no importa tanto
si se guarda en el corazón de cada uno.

*

Caminé tantos días como los barcos navegaron
las negras aguas del Egeo rumbo a Micenas
y ni la ciudad de Agamenón, de triste muerte,
con su puerta de leones, ni la de Menelao, dura Esparta
llegaron a esplendor tal como ésta

*

En la cima
encontré a la oscura profetiza,
más tarde vendiendo collares
en una colina llamada Montmartre
o era mesera en un café
donde otra noche terminamos ebrios
Diómedes, Áyax y el anciano Néstor.
Y hablamos de Aquiles. Y Recordamos a Helena.
La hermosa aquea que durmió con cada príncipe que fue encontrando.
La que es todas las amantes y una sola. La que es mi esposa.
La madre tierra.
Cada uno descendió por diferentes antros.
Yo bajé a las puertas de Pigalle y en sus calles
me ofrecieron nuevamente el cuerpo blanco

¿Padre, estamos muy lejos de Ítaca?

También estuve en Londres. Supe de Eneas
un troyano que fundó una nueva Ilión
—hijos de la loba—
y hasta esta tierra donde nunca un frío fue tan intenso
donde nunca tampoco un río me había visto dos veces en un día
con tan diferente cauce
llegaron sus falanges.
Circe lo advirtió:
no vayas a la isla de la niebla y de la lluvia
ahi las santas son quemadas para el perdón de los pecados

y me acordé de Juana y del transiberiano
y de ti Blaise Cendrars.

*

Esa noche volví a encontrarme con Helena
era una hermosa checa
con pecas en el rostro y sonrisa cándida
estaba enamorada de su seductor
un judío que alzaba la mano saludando
a su dios de cruz gamada
Escuche los gemidos de Helena
y miré como se derrumba un dictador
y la guerra continuaba
las sirenas antiáereas nos despertaron a todos
mientras los edificios, perros ardientes,
ya eran pasto de las llamas.
El gran reloj anuncia el paso de los tiempos
Deseé a Helena
pero a mi Venus no me ha sido propicia

¿Padre, estamos muy lejos de Ítaca?

Desperté el noveno año:
laa cólera de Aquiles canta oh musa
Esa mañana el Escamandro supo que era el miedo
El carro de Apolo fue el primero en salir de Troya
ni Caribdis, ni Escila de ladridos resonantes,
ni las sirenas antiaéreas y sus gritos que reventaban mis tímpanos
llenaron de tanto pavor el aire.
Héctor domador de caballos corrió en torno a las murallas
buscó escapar a su destino
los caminos estaban ya trazados
su gloria fue la muerte.
Y recordé la cena en mi palacio
a Circe preparando el banquete más excelso
mientra en el tálamo Penélope besaba mi pecho desnudo.

*

Palabras
atravesar su frontera, escapar a la dictadura
de una iluminada. Yo soy invento de todas ellas
mi nombre es Nadie

¿Padre, estamos muy lejos de Ítaca?

¿No sientes la respiración del mundo?
Todo está en el ritmo.
Recorrí el Egeo, cada una de las islas
y en todas difuminé mi semilla.
Soy el esposo, el amante de la oscura profetiza
el odiado por su ingenio y su elocuencia
el que saquea la ciudad hoy olvidada.
Soy
el Jhavista, Balmiki y Gilgamesh
William Blake, Hölderlin, Keats
Mis naves se perdieron por el mundo
mis palabras han sido el verdadero canto de sirenas
y muchos han caído en su influjo
Soy Satanás, Astarot, Belcebú
Todos pretenden mi lecho
pero a pocos les será dado reposar en él
Soy Nadie
Nunca estuve donde dicen que estuve
fuí tan solo un pobre ciego
que partió de un lugar llamado Ítaca.
Dicen que mi nombre era Homero.
Yo, soy Nadie.


V.
Desde la ventana se contempla el incendio. La ciudad perdida. Los bárbaros blanden su hierro contra las imbatibles falanges. Ahora huyen como cerdos. Cerdos endemoniados. Y la ceniza nubla la visión de cada uno de los que ahora avanzan recargados en las paredes, jorobados con el peso invisible del incendio. El fuego, dicen, purifica. El fuego en realidad nada más quema. Consume. Hiela. Y la sangre es un animal del pleistoceno que se niega a morir. Desde la ventana se contempla la mierda. Pero también la lluvia. La ciudad vencida. Y las oscuras calles llenas de murmullos y suspiros. Y aquí en esta habitación. La torre a la vez mi tumba el oráculo intenta balbucir unas palabras. Pero yo no entindo, no entiendo, no entiendo. Ah Casandra, madre… por qué me has abandonado…

U.
ULTIMAS 5 BUSQUEDAS EN 7 DIAS
Google:
carlos larracilla

Google Mexico:
informacion exclusiva sobre el asteroide que caera el dia miercoles 29 de septiembre de 2004

Google Costa Rica:
"y quiza mañana oigas de mi boca vaya"

Yahoo:
que piensa la gente sobre henri matisse el pintor?

Yahoo:
it don't mean a thing if you ain't got that swing

T.
Luego la fiebre llama y toca a la puerta. No abras. No abras. Demasiado tarde. Los muslos húmedos. En la habitación el jadeo. El suspiro de un orgasmo. El paso del tiempo que se desliza en la entrepierna de la misma mujer que horas antes leía un libro de poemas en el camión. ¿O sería después? Quién lo dijera. Puede ser tu vecina o tu propia hermana. O tu madre. Es la mujer que ha olvidado la historia de un dibujo. Si uno se pone a pensar cada objeto tiene historia. La vida es una telaraña de historias. Somos un pincelazo de qué lienzo. Luego tomó el martillo y se puso a hacer cajas de madera. Soy instalador le dijo al tipo que atiende el guardarropa. El museo abrirá las puertas hasta mañana. La cosa esta que arde. Sí, si… la ciudad incendiada. Mi nombre es Nadie. Hola que tal yo soy Penélope pero me puedes decir… Ahh mucho gusto. Y los ojos se aferraban a la corta falda de aquella mujer. Luego tuvo que olvidarla. Se metió al baño. En el espejo ella se miro extasiada. Le gustaban sus piernas. Levantó la falda y se miro las bragas. Los espejos son ventana. Y el incendio incontrolable de la ciudad. Y su esposo, Nadie, en algún punto del mediterráneo o en la costa africana, perdido en su yate de lujo. Es escritor de novela negra. Pero publica con seudónimo. El espejo le recuerda un cuaderno rojo, ¿o era negro? Y ke alguien la miraba del otro lado. Pero de eso no estaba segura. Luego salio del baño, tan discreta ella como si nada. Y volví a mirarla. Mi nombre es Nadie. Mi esposo se llama igual. Tac Tac Tac el taconeo. Ding Dong la campana. Bajan en la esquina. Mira de reojo. Se ha pasado. Cierra el libro. Ríe para sus adentros. Tiembla para sus afueras. La novia de Matisse. Y luego el cartel: Información exclusiva sobre el asteroide que caerá pasado mañana en la tierra. Porque It don`t mean thing if you ain`t got that swing. Y quizá mañana oigas de mi boca... Y quizá ayer lloraste de mis ojos. Y yo extraño tu cuerpo en mi auto y al propio auto y a mí mismo. Ya no estoy. Soy Nadie. El señor es poeta. Luz de luz... Tal vez ayer… Hoy solo transcribo lo que entre los gritos de mi madre percibo. ¿Son de dolor o de placer?. De nuevo me distraígo… No me desampares ni de noche ni de día. Y en el exilio alguien escribe en una torre su propia historia. No hay redención. Mientras la mano se mueva la historia sigue… Un día esto no será más que un recuerdo ininteligible para las generaciones posteriores…

De hecho ya no es nada…