febrero 23, 2005

¿Cómo nombrar lo que ignoro cómo debe ser nombrado?

Cerrar el libro. Decepcionarse un poco del final. Desangrarse. Transición. Las páginas que nos mantuvieron al borde de la vida han concluido. El pasado. Radiografía del alma. El tiempo y su paso. Mis obsesiones. Nos topamos con él cada momento. En la habitación colmada de fotografías y dibujos. En las fotografías que de la pared han ido al album. En las palabras que se cruzan con las personas que alguna vez nos amaron. En el dolor que nos da ver ese cuerpo que alguna vez descansara en estos nuestros brazos (sus brazos) caer con levedad en los de otro. No los merece. ¿Pero que es el merecer? ¿Cuál es la balanza que rige ese extraño comercio de premio y castigo?. Furia. Y en una noche poder convertirse en el asesino más temible. Detenerse. El desgaste de lo que tardo en escribir estas líneas. La distracción de una carta. La ironía y las felicitaciones. La crítica. La cercanía del que escribe. Las teorías que se caen por falta de peso. La desesperación de no saber. Desangrarse. Cerrar las páginas del libro y verse reflejado en ellas. Ser el que no sabe amar. El que piensa que alejarse cierra no las páginas del libro sino los ciclos de la vida. Comprender. Comprender que no comprendemos nada y de pronto ha pasado el tiempo (¿cuánto?, uno, dos años... ¿una vida entera?) Develar que otros cuerpos no son el primigenio. Que otros aromas por más deliciosos no hacen sucumbir el idolatrado. El goteo de una llave. La luz de la luna reflejada en el piso donde el gato fuerme. Una cama que gime. Una muchacha congelada junto a la puerta cerrada de su habitación. Desnuda. Un tipo que se descubre niño nuevamente en la azotea de una casa hoy prohibida. Una madre muerta y la sensación extraña de no despertar cada mañana con el saludo materno. La necesidad de olvidar olvidar olvidar. La imposibilidad. Acostumbrarse a la ausencia. La imposibilidad de amar. Correr. Huir. Y los recuerdos en las paredes. Y escribir en clave. Pasa, pasa el tiempo. Irremediablemente. Muero. Muero cada momento. Y ese miedo es un tigre que se esconde, que espera, espera... ahh la muerte es un tigre. La muerte. El pasado. Por favor, cuando yo muera, que alguien, quien sea, me siga nombrando. Para no morir del todo. Para no mirir. Para no. Para...